En el centro, un árbol representa la fuerza incondicional, la vida eterna, la belleza, la sabiduría, la paz, la supervivencia, la protección, el renacimiento y, por supuesto, la naturaleza.
Un círculo rodea el árbol. El primero simboliza el planeta, la fusión de la dualidad: calles con bosques, el medio urbano con la experiencia outdoor.
Bajo el árbol, un semicírculo dibuja una comunidad que cuida el planeta.
Sobre el árbol, los cuatro elementos naturales: viento, agua, fuego y tierra.